Soporte
La vida de un producto o servicio no termina en la entrega, sino que continua hasta que es reemplazado o deja de ser útil. Por ello es necesario realizar un seguimiento a lo largo de su existencia para poder extraer su máximo potencial.
Además de la solución de los distintos problemas que pudieran surgir, un buen soporte deberá incluir revisiones, actualizaciones de seguridad y funcionales, de tal forma que se minimicen riesgos y se alcancen cuotas de productividad elevadas.
Es importante acompañar al soporte con recomendaciones acerca de nuevos productos o servicios complementarios de los ya existentes para beneficio de nuestros clientes, llegando en el caso necesario a sugerir el reemplazo de los mismos.
Es fundamental, el apoyar en los momentos de transición a los usuarios para minimizar el impacto que todo cambio lleva implícito, así como a racionalizar los costes y reducir los tiempos de implantación.